Durante esta época del año es mucho más frecuente ingerir una cantidad de comida superior a la necesaria.
El “picoteo”, los
postres y los platos más abundantes pueden generar que seguir hábitos
alimenticios saludables en fiestas de fin de año sea todo un reto debido a las
ingestas excesivas y el alza del consumo de alimentos hipercalóricos, provocando
que nuestra dieta se desestabilice, afectando en mayor medida a quienes presentan
una alteración alimentaria.
Por otro lado,
aparecen los riegos asociados al afán incontrolado por hacer dieta de manera
rápida y efectiva post fiestas de fin de año, dejando de lado pautas fundamentales
que evitan afectar la salud y sufrir recaídas.
Con el fin de
evitar trastornos de la conducta alimentaria y mantener el bienestar general,
se recomienda no saltarse ninguna comida para no llegar con más hambre a la
mesa, además de comer de todo controlando las cantidades y haciendo elecciones
más saludables. Es fundamental entender que durante estas fechas es habitual
comer más y disfrutarlo sin culpas puede ayudar a no caer en conductas
compulsivas.
En el caso que se consuma alcohol, hay que recordar que es
recomendable tomarlo intercalándolo con agua para evitar riesgos a la salud,
además de disminuir el efecto de la pérdida de control que puede llevarnos a
abusar de los alimentos. La clave está en disfrutar comiendo y bebiendo con
conciencia y moderación, buscando el equilibrio entre gozar de la Navidad y
cuidar nuestra salud.