Algunas de las consecuencias de la interrupción de los controles de salud es el aumento de posibilidades de descompensación en pacientes crónicos y la congestión de los servicios de urgencia locales debido al aumento de consultas relacionadas a esto, una demanda que fácilmente podría manejarse impidiendo llegar a cuadros clínicos más complejos.

Antes de que las patologías crónicas se agraven es necesario mantener un correcto seguimiento de los controles de salud habituales, además de asistir a los centros de salud para realizar exámenes preventivos, los cuales permiten detectar a tiempo la presencia de alguna enfermedad.

Los pacientes con diabetes, hipertensión o sobrepeso deben mantener al menos dos controles anuales al día, los cuales pueden variar de frecuencia según la indicación de los profesionales de salud, quienes además señalarán los tratamientos farmacológicos necesarios para el manejo de cada caso.

En términos de prevención, es fundamental realizar los exámenes de pesquisa de cáncer, el PAP, la mamografía, el control de niño sano y la regularización del calendario de vacunas según el plan nacional, lo que posibilita detectar a tiempo enfermedades asintomáticas o difíciles de percibir. , logrando diagnósticos tempranos y tratamientos oportunos.

Algunos de los exámenes preventivos según grupo etario disponibles en la red de salud son el EMPA (Examen de Medicina Preventiva del Adulto), el cual está dirigido a mayores de 15 y menores de 64 años, y el EMPAM (Examen de Medicina Preventiva del Adulto). Mayor) para personas mayores de 65 años. En el EMPA, la realización de exámenes de laboratorio, evaluación física y/o la aplicación de cuestionarios, busca detectar enfermedades o condiciones prevenibles o controlables para reducir la morbilidad y la mortalidad asociadas a ellas. El EMPAM busca localizar a tiempo factores de riesgo que puedan llevar a una persona mayor a una situación de dependencia, permitiendo así evitarla o postergarla.