La Organización Mundial de la Salud OMS estima que más del 50% de los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de forma inadecuada, sumado al hecho de que alrededor del 50% de los pacientes administran incorrectamente sus tratamientos, generando riesgos significativos que durante 2021 ocasionaron la muerte de 700.000 personas en todo el mundo, además de la creciente preocupación internacional por el avance de la resistencia microbiana.

Es crucial que se comprendan los riesgos de la automedicación y se fomente a través de los organismos públicos y privados el uso responsable de medicamentos, los que sin control y en situaciones de abuso, en vez de mejorar la salud, podrían empeorarla. Para manejar enfermedades o síntomas identificados por un médico, es fundamental la supervisión profesional en cuanto a indicaciones, dosis, duración del tratamiento y explicación de las precauciones, advertencias o efectos asociados.

Entre los principales peligros del consumo de medicamentos sin receta médica podemos nombrar:

-       Intoxicación en los pacientes.

-       Aparición de efectos secundarios graves, llegando incluso a la muerte.

-       Desarrollo de abuso o dependencia a los medicamentos.

-       Ocultar una afección más grave o empeorar la enfermedad existente.

-       Interferir negativamente con otros medicamentos recetados para enfermedades como la diabetes o la hipertensión.

-       Favorecer la resistencia a los antibióticos, reduciendo las opciones terapéuticas para tratar infecciones.

Para promover el uso responsable de los medicamentos es importante destacar:

-       No compres medicamentos sin receta o a través de la receta de otra persona.

-       Consumir medicamentos únicamente si han sido recetados por un profesional de la salud y en la dosis indicada para ti.

-       Las embarazadas, madres lactantes, niños, personas con enfermedades crónicas y adultos mayores siempre deben consultar al médico antes de tomar cualquier fármaco.

-       Si tienes dudas, acude a un profesional de la salud.

-       Evitar seguir el tratamiento recomendado a familiares o amigos, aunque los síntomas sean similares.

-       Comprar fármacos únicamente en farmacias autorizadas o en sitios web legales.