Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Arterial
con la finalidad de crear conciencia de la importancia de llevar una vida
saludable y visibilizar el impacto de los riesgos asociados a esta patología. Y
es que la hipertensión es la principal causa de las enfermedades
cardiovasculares, las que anualmente cobran la vida de 17 millones de personas
en el mundo, de los cuales más de 9 millones son consecuencia directa de la
hipertensión.
Alrededor del 45% de la población
padece hipertensión arterial y este porcentaje aumenta significativamente con
la edad. Se ha llamado en algunas ocasiones “el enemigo silencioso” debido
a que es una enfermedad que no suele dar síntomas hasta que ha producido daño
en órganos del cuerpo tan importantes como el corazón, las arterias, los ojos,
el cerebro o los riñones, entre otros. Por eso es importante medir la presión
arterial de forma adecuada y periódicamente, lo que permitirá controlarla aun
cuando no notemos que está elevada.
El tratamiento suele consistir en
tomar una o varias pastillas diariamente y a la vez llevar a cabo una
serie de cambios en nuestro estilo de vida.
1. Pierde peso: la
hipertensión arterial está directamente relacionada con el exceso de peso.
2. Haz ejercicio de forma
regular: 30 minutos de ejercicio al menos 3 veces a la semana pueden
marcar la diferencia (caminar, andar en bicicleta, nadar o correr).
3. No fumes: con solo fumar
un cigarrillo se produce un aumento brusco de la presión arterial y del ritmo
cardíaco en nuestro cuerpo.
4. Consume menos sal: el
sodio está relacionado con el aumento en las cifras de presión arterial.
5. Lleva una dieta rica en frutas
y verduras: este tipo de alimentos además de mejorar el control de la
presión arterial nos ayuda a mantener un peso adecuado.
6. Tómate la vida con
tranquilidad: el estrés es nocivo para casi todas las funciones del
organismo. Practica la relajación o meditación y descansa adecuadamente.
7. Si bebes, hazlo con
moderación: el alcohol puede aumentar tu presión arterial a niveles poco
saludables y el consumo reiterado puede provocar aumentos sostenidos a largo
plazo.
El llamado es a la prevención.
Mantén un estilo de vida saludable como, por ejemplo; reducir el consumo de sal
en comidas, realizar ejercicio de manera habitual, resguarda tus horas de
sueños, entre otros hábitos que mantendrán tu salud en buenos índices y reducirán
el riesgo de padecer hipertensión.