Su labor en las Salas Ira y Era permite reducir las complicaciones en lactantes, niñas, niños y personas mayores para disminuir las cifras de mortalidad de las enfermedades respiratorias.
Evaluar, diagnosticar y
establecer tratamientos pertinentes a cada individuo en la rehabilitación
respiratoria es el fundamental aporte que realizan los equipos de kinesiología
en la atención primaria de salud. El incremento de las patologías
broncopulmonares durante los meses de invierno convierte su labor en una
herramienta vital para manejar las enfermedades más usuales que se presentan en
adultos y niños, como asma, bronquitis aguda, fibrosis pulmonar, neumonía, EPOC,
influenza y adenovirus, entre otras, manteniendo una adecuada ventilación e
higiene del sistema respiratorio.
La intervención de la
kinesiología tiene como objetivo mejorar la capacidad física del paciente, su
calidad de vida e independencia funcional entregando tratamientos ambulatorios,
en hospitales y en domicilios. Las técnicas y procedimientos que frecuentemente
están presentes en estas atenciones son ejercitación respiratoria, maniobra de
tos asistida, compresión y descompresión, las cuales ofrecen alivio al paciente
y entrega conocimientos a la familia acerca de sintomatología, signos de alerta
y cuidados preventivos.
Las recomendaciones de los
equipos de salud de esta especialidad advierten acerca de algunas
consideraciones importantes para evitar los cuadros broncopulmonares:
- Evitar los lugares cerrados y con muchas personas.
-
Lavar
las manos frecuentemente o usar alcohol gel.
-
Evitar
practicar actividad física con niveles altos de contaminación.
-
Utilizar
medios de calefacción no contaminantes.
-
No exponerse
a humo de chimeneas y cigarrillo, sobre todo personas con patologías crónicas
del sistema respiratorio.
-
Enseñar
a los adultos y niños/as a ocupar el codo para estornudar.
-
Siempre
evitar que lactantes o personas de tercera edad tengan contacto con personas
enfermas.
-
Utilizar
pañuelos desechables y tíralos después de usar.
-
Ventilar
tus espacios por lo menos 15 minutos todos los días.
-
Revisar
tus artefactos de calefacción que se encuentren en buen estado con las
mantenciones correspondientes.
-
Evitar
llevar a los niños y niñas infectadas al jardín, salas cuna o centros
educacionales.
-
Evitar
los cambios bruscos de temperatura.
-
Evitar
abrigar demasiado a los niños cuando se van a jugar.
-
No
automedicarse y acudir a tiempo a los centros de salud.