Impulsar la incorporación y el control integral de salud de este grupo de la población es fundamental para establecer mejores estándares en años posteriores.
La adolescencia es una etapa
decisiva del desarrollo de todo ser humano que presenta grandes oportunidades
para construir y consolidar formas de vida saludable que incrementen la salud y
el bienestar en años posteriores. Desarrollar las acciones adecuadas para
alcanzar el máximo potencial de las y los jóvenes tanto en salud como en
participación es un gran desafío para los equipos de la atención primaria,
quienes deben generar acciones tempranas, oportunas e integrales para impactar
positivamente en la salud de adolescentes.
La propuesta del Control de Salud
Integral del Adolescente (antes denominado Control Joven Sano) incorpora una
atención integral que permite evaluar el estado de salud y el normal
crecimiento y desarrollo, fortaleciendo las conductas protectoras e
identificando precozmente los factores y conductas de riesgo con el objetivo de
intervenir en forma oportuna e integrada, incorporando los enfoques de derecho,
género, interculturalidad, determinantes sociales, curso de vida, diversidad,
anticipatorio, familiar y participativo, entre otros enfoques integradores.
Para reforzar la importancia de
estas atenciones e impulsar la incorporación de los adolescentes a la red
asistencial nacen en el año 2014 los Espacios Amigables, los cuales se
constituyen como la puerta de entrada al sistema de salud y una gran
oportunidad para promover el desarrollo y crecimiento saludable de este grupo,
además de reforzar la prevención y el autocuidado en la población adolescente.
Estos espacios cuentan con matrona, nutricionista y psicólogo, los cuales
poseen habilidades específicas y una actitud dispuesta a establecer vínculos
cercanos, positivos y de confianza con los jóvenes, sus madres, padres o
responsables, entregando información actualizada y precisa que responda a sus
intereses específicos.
Tanto los centros de salud como
los Espacios Amigables realizan la llamada Ficha Clap, un instrumento de
enfoque preventivo que se aplica a niños y adolescentes de 10 a 19 años para
evaluar la situación psicoemocional y el desarrollo físico y sexual, entre
otros aspectos, la cual permite detectar indicios de alguna patología que
requiera derivación para el tratamiento correspondiente. El control dura cerca
de media hora y se realiza una vez al año, registrando en la ficha antecedentes
personales y familiares (conformación de la familia, vivienda), vida social,
situación psicoemocional (para detectar, por ejemplo, intentos de suicidio),
hábitos y consumos, antecedentes gineco-urológicos, sexualidad y examen físico,
entre otros.
Entre los principales problemas
de salud que afectan a las y los adolescentes encontramos:
-
Lesiones
y los traumatismos no intencionados, como los accidentes de tránsito y los
ahogamientos, una de las principales causas de muerte y discapacidad en este grupo
de la población.
-
Consumo de alcohol, drogas y tabaquismo.
-
Depresión, ansiedad y otros trastornos mentales.
-
Enfermedades de transmisión sexual.
-
Enfermedades infecciosas (neumonía, sarampión y
otras).
-
Intoxicación por químicos.
-
Sobrepeso, malnutrición y sedentarismo.
-
Embarazos y partos precoces.