Las cifras que ha alcanzado la convierten en una epidemia a nivel mundial y la mejor manera de prevenirla es a través de un estilo de vida saludable.
El nivel alto de azúcar en la
sangre puede afectar silenciosamente a una persona sin ningún síntoma evidente,
de hecho, la mayoría de las personas no se enteran de esto hasta que les
diagnostican diabetes. Los signos reveladores como la micción frecuente y la
sed excesiva suelen ser sutiles al principio, lo que genera que muchas veces
sean ignorados como señales de alerta, produciendo un impacto mayor de los
efectos de la diabetes en el organismo.
Tener que ir al baño más de lo
normal, sufrir infecciones urinarias frecuentes, perder peso inesperadamente,
experimentar deterioro en la visión o sentirse fatigado persistentemente, son
señales de que tu nivel de azúcar en la sangre podría estar fuera de control. Bajar
este nivel es imprescindible a la hora de prevenir la diabetes y está en nuestras manos. Realizar actividad
física habitual e introducir pequeños
cambios en la alimentación ayudarán a prevenir el aumento de la glucemia, que predispone a esta enfermedad metabólica.
Aquí te contamos algunos hábitos
poco conocidos y fácil de poner en práctica que han destacado los
especialistas:
1.
Sumar
fibra a la alimentación
La fibra aumenta la absorción de la glucosa pues desacelera la digestión
naturalmente. Se recomienda ingerir al menos 30 gramos de fibra al día, que se
puede encontrar en alimentos como legumbres, cereales integrales, frutos secos,
semillas, frutas y verduras.
2.
El
vinagre de manzana como aliado
Se ha descubierto que aumenta la respuesta de la insulina y reduce los
picos de azúcar en la sangre si se consume regularmente en aderezos caseros
para ensaladas o en jugos naturales.
3.
Incorporar
especias en la dieta
Canela,
comino, clavo de olor y ajo pueden contribuir a regular la glucosa de forma
natural y sin contraindicaciones, ayudándonos a reducir el consumo de azúcar y
sal con su adición de sabores.
Recuerda que incorporar estos
hábitos debe ser de forma gradual y en proporciones apropiadas, siempre luego
de haberlo consultado con tu médico.